La señora JUANA HUAMAN QUISPE denunció a la veterinaria ZOOPET,
porque la noche anterior – según indicó – llevó a su perrita napolitana llamada
“Gandal” a la veterinaria ubicada en calle Túpac Amaru 214, en Huacho,
indicándole que la perrita era alérgica a la vitamina K, el practicante que se
encontraba en esos momentos le inyectó y a los minutos la perrita comenzó a
convulsionar, la persona que se encontraba en esos momentos en el lugar llamó a
la propietaria del local, indicándole tan solo que no podría volver y que se
limitara a tomar una muestra de sangre del animal y que mantuviera las cámaras
de video prendidas para cualquier situación anómala.
La dueña de la mascota indicó que el practicante al momento
de ver a su perrita le había indicado que tenía Erliquia y la inyectó para
poder estabilizarla pero la perrita no soportó y a los minutos murió.
Por ello Juana Huaman puso la denuncia en la comisaria de
Huacho.
La erliquia
La erliquia comienza con una picadura de una garrapata al
perro, no hace falta que el perro este lleno de garrapatas, pues es solo una
garrapata la que puede portar la bacteria de Erlichiosis o Erliquia. Esta se va
transmitiendo de perro en perro a través de las garrapatas que pique un perro
infectado.
El perro puede no presentar síntomas hasta varios días y
semanas después de haber sido picado, entonces empieza a estar decaído, sin ánimos
de comer.
Según lo indicado para el caso lo primero que debió hacer un
profesional hacerle una prueba de sangre
o Hemograma para medir los valores de Plaquetas en la sangre.
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