El 9 mayo del 2008, el huaralino Pedro Pablo Nakada Ludeña,
de 33 años, fue sentenciado a 35 años de prisión efectiva
Entre las víctimas de este asesino en serie estarían el
delincuente Walter Sandoval Osorio, Gerardo Cruz Livia, así como de Juan Culla
Sulca y los esposos Nancy Huaranga y Alcedo Romero. También han sido asesinados
los suboficiales Gino Navarro y Jules Ponciano. Nakada al ser detenido indicó, “Maté
a 25 personas para limpiar el mundo de la escoria”.
Al principio, los agentes de la División de Investigación de
Homicidios de la Dirincri le mostraron los expedientes de ocho asesinatos. Sin
embargo, la respuesta del homicida fue más que sorprendente: “Ustedes están
equivocados. Yo maté a 25 personas porque no merecían vivir. A todos les
disparé un balazo en la cabeza”.
Cada vez que asesinaba a una persona, Pedro Pablo Nakada
Ludeña, ex licenciado de la Fuerza Aérea, cerraba los ojos y recordaba cómo sus
hermanos abusaron de él cuando apenas tenía cuatro años de edad. Sería
precisamente este odio el que lo habría convertido en un asesino en serie, teniendo
entre sus víctimas al menos 25 personas, según su propia confesión.
Nakada, quien dijo llamarse “El Apóstol”, fue detenido a
balazos por la Policía en Huaral. Sin muestras de arrepentimiento contó pasajes
escalofriantes de algunos de sus crímenes y dijo que había actuado por órdenes
de Dios. “Sólo trató de purificar la tierra de prostitutas, drogadictos,
homosexuales y asaltantes”, expresó al empezar su confesión.
El sicópata dijo que entre sus víctimas figuran los
profesores Nazario Tamariz Pérez (24) y Didier Zapata Dulanto (26), a quienes
baleó en Huaral porque supuestamente eran homosexuales. También mató al
cosmetólogo Wilmer Muñoz Villanueva (43), a los comerciantes Agustín Maguiña
Oropeza (52) y Juan Melgarejo (47), así como a Nicanor Gamboa Purizaga (45).
En la localidad de Huaral también asesinó a balazos a Teresa
Cotrina Abad (50), Walter Sandoval Osorio (38), Carlos Tarazona Toledo (21), a
la menor María Tolentino Pajuelo (15), Eliseo Félix Zorrilla (22), Pedro
Carrera Carrera (24) y Luis Morán Cervantes (32).A todos ellos los acusaba de
drogadictos, asaltantes e incluso señaló que algunos estaban con sida, por lo
que “no merecían vivir”.
Durante el registro en el cuarto que ocupaba el asesino, la
Policía halló sandalias con perforaciones, cuyo jebe era utilizado como
silenciador. Nakada también estuvo en la selva y luego en Mala donde también
mató a varias personas.
La captura
La noche del 28 de diciembre del 2006, decenas de efectivos
policiales acudieron hasta el taller mecánico en que trabajaba Pedro Pablo
Nakada, ubicado en la Manzana D/Lote1 de la urbanización La Huaquilla. Al
comienzo no estaban seguros si realmente se trataba del asesino serial que
buscaban; pero, cuando uno de los policías se acercó para indagar por su
presencia en el sitio, Pedro lo empujó, sacó su pistola Bryco de calibre 9, y
empezó a disparar y a correr intentando huir. Cuentan que Nakda dio una feroz
resistencia, que hirió a uno de los policías, y que probablemente hubiese escapado
si no fuera porque se le acabaron las balas.
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